La tarifa regulada de la electricidad cambia su metodología con el fin de amortiguar la volatilidad del mercado spot, el mercado en tiempo real. La metodología de cálculo establece que, además de tener en cuenta el precio diario, se tendrán en cuenta los precios de cotización mensual, trimestral y anuales. El objetivo de esta nueva tarifa es proteger a los consumidores de la inestabilidad de precios que se ha ido registrando desde 2022, cuando los precios se dispararon debido a la crisis energética y la invasión rusa de Ucrania.
Esta reforma era uno de los compromisos con la Unión Europea para aplicar «la excepción ibérica», una medida temporal para combatir el alza del precio eléctrico debido al alza del precio del gas que consiste en limitar el coste de la energía eléctrica generada con gas. Aunque debía aplicarse a principios de 2023, no ha sido hasta ahora que se ha establecido el nuevo método de cálculo con aplicación el próximo 1 de enero de 2024.
Conviene recordar que, actualmente, 9 millones de hogares están acogidos a la tarifa regulada que supone el 34% de los suministros domésticos.
¿Cómo era hasta ahora la tarifa regulada?
La tarifa regulada de la electricidad o Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC) se instauró en 2014 y la aplican las comercializadoras de referencia en base a tres conceptos: el coste de la energía eléctrica, los peajes de acceso a la red, los cargos del sistema y el coste de comercialización.
El coste de la energía cambia La tarifa regulada de la electricidad o PVPC está totalmente indexada en el mercado eléctrico diario, es decir que cambia a cada hora de cada día. El precio de la electricidad varía en función de varios factores, como son las condiciones meteorológicas, el incremento de la demanda, hidrología etc. Además, como se aplica a cada consumo, el precio de la hora en el que se realiza va en función de cuándo consume.
¿Cómo se calcula la nueva tarifa regulada de la electricidad?
Para evitar esta volatilidad, el gobierno ha establecido un nuevo sistema de cálculo. Con el nuevo sistema, la electricidad no estará sólo supeditada a la cotización diaria de la electricidad, principal responsable de la volatilidad de los precios. A partir de 2024, la composición del precio incluirá cotizaciones de los valores futuros del semestre anterior: mensual, trimestral y anual.
La implementación de los valores futuros en el cálculo del valor de energía se hará de forma progresiva: en 2024, representarán el 25%, en 2025 el 40% y en 2026 el 55% de los costes de producción de energía eléctrica. De estos porcentajes, el 10% corresponderá al producto mensual, el 36% trimestral y el 54% anual.
Este precio será más estable pero no siempre más económico.
Esta nueva metodología de cálculo no tiene por qué comportar implícita una bajada ni una subida en la factura, pero sí en una mayor estabilidad de la misma. Las situaciones excepcionales y que tienen un impacto directo en el precio como las que han sucedido en los últimos años, no se trasladarán directamente en la factura eléctrica. Escenarios bajistas del precio de la energía, como en los que nos encontramos actualmente, implicarán que el precio de la tarifa regulada sea más elevado. Escenarios alcistas implicarán que la tarifa regulada sea más económica.
¿Quién puede acogerse al PVPC?
A partir del 1 de enero de 2024 podrán acogerse a los precios voluntarios para el pequeño consumidor los titulares de puntos de suministro que sean personas físicas o microempresas con una potencia menor o igual a 10 kW en cada uno de los periodos horarios existentes.
Los requisitos de microempresa son los establecidos en el Reglamento UE nº 651/2014 de la Comisión. Las microempresas son aquellas empresas que ocupan a menos de diez personas y que tienen un volumen de negocios anual con un balance general anual que no supera los 2 M€.