Análisis de la propuesta del gobierno de reforma del mercado eléctrico

Análisis de la propuesta del gobierno de la reforma del mercado eléctrico

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La actual crisis energética en Europa ha acentuado la necesidad de reformar el funcionamiento del mercado eléctrico. El mercado marginalista con la anterior estructura de generación funcionaba de forma eficiente. La nueva estructura de generación con una participación más elevada de las renovables y la volatilidad de los precios de gas ha desembocado en que el mercado no funcione de manera eficiente:

  • No refleja el coste medio real de generación del mix eléctrico.
  • No ofrece las señales adecuadas para inversión en energías renovables.
  • No ofrece señales para invertir en capacidad firme y en flexibilidad de la demanda.
  • Genera beneficios extraordinarios para productores con costes de generación por debajo del mercado eléctrico.
  • Traslada la volatilidad de los mercados de materias primas a los consumidores finales.

La reforma planteada por el gobierno pretende establecer Contratos por diferencia CfD para tecnologías marginales que logren atraer inversiones de renovables: El CfD reflejará el coste medio evitando la generación de beneficios extraordinarios originados por la volatilidad de los precios.

La visión de Europa ante la reforma del mercado eléctrico

Actualmente existe un gran interés en la reforma del mercado eléctrico a nivel europeo. Tanto es así que el pasado 13 de febrero se cerró el periodo de consulta pública sobre el diseño del mercado eléctrico y se recibieron más de 300 propuestas.

El objetivo de la reforma, según Kadri Simson, Comisaria de Energía de la UE, es presentar un nuevo modelo que considere los siguientes tres aspectos:

  • Cómo enviar señales claras de inversión para que aceleremos la transición verde. Los PPA y los CfD son las soluciones que podrían ayudar en este sentido.
  • Permitir que los consumidores participen en la gestión de la energía, y en el establecimiento de contratos bilaterales en el medio y largo plazo.
  • La protección del consumidor.

En enero, España se adelantó a otros países y planteó a Bruselas una reforma integral del mercado mayorista, ahora en estudio. El planteamiento de España es centralizar la gestión del sistema energético en todos sus estadios, es decir, una nacionalización de facto., dejando al estado incluso la potestad de poder fijar precios

 

El Gobierno español plantea tres grandes cambios:

  • Introducción masiva de los denominados contratos a plazo por diferencias, CfD.
  • precios acordados para las nucleares e hidráulicas,
  • y contratos por capacidad

 

¿En qué consiste la propuesta española?

La propuesta española pretende corregir los desajustes del sistema actual: mitigar la volatilidad de los precios que encarece las facturas, fomentar una implantación competitiva de las renovables, garantizar el suministro y evitar los beneficios extraordinarios.

El objetivo principal es reducir la volatilidad asociada a los mercados diarios e intradiarios que, aunque seguirán existiendo, reducirán su peso en la formación de los precios a favor de contratos a plazo.

El diseño sugiere que se combine la existencia del mercado a corto plazo con contratos a plazo de energía que actualmente presentan unos costes elevados y de capacidad necesarios para garantizar la continuidad del suministro y que son posibles por normativa, pero siempre como algo excepcional y temporal.

Mercado a corto plazo

En el caso de las renovables, en particular las de nueva implantación, el gobierno propone que se realicen mediante contratos por diferencias o CfD, un sistema voluntario similar al sistema de subastas ya implantado en España. Estos contratos los firmaría el regulador con cada uno de los adjudicatarios de las subastas y representarían un compromiso por parte del promotor de suministrar cierta cantidad de energía durante un tiempo determinado a un precio preestablecido. A cambio, el sistema eléctrico, se compromete a adquirir esa energía, de modo que se cubre el riesgo de cantidad al productor a un precio preestablecido.

Esto se articula mediante la integración de esta energía en el mercado diario a través del CfD con un precio que es el que resulta tras la adjudicación de la subasta. El funcionamiento es análogo al funcionamiento actual de las subastas de energías renovables.

Por su parte, para la nuclear e hidráulicas ya existentes, se propone CfD con un incentivo por disponibilidad. España también propone que se permita a cada Estado miembro establecer una retribución preacordada con un incentivo por disponibilidad, una sugerencia que no encaja con la normativa comunitaria en vigor, por lo que habría que adecuarla.

Las tecnologías marginales como el gas seguirán yendo a los mercados diarios para vender la energía sin perjuicio de que puedan establecer contratos a plazo con los comercializadoras o los consumidores finales.

Mercado de capacidad

La propuesta también considera incorporar los mercados de capacidad en el nuevo diseño del mercado energético. Los mercados de capacidad están permitidos por la normativa comunitaria pero solo como último recurso. Este mecanismo contempla varios diseños desde reservas estratégicas, subastas de capacidad, opciones de confiabilidad y obligaciones descentralizadas en función de las peculiaridades de cada Estado miembro.

 

¿Por qué se plantea la reforma?

El diseño del sistema mayorista actual no está preparado para situaciones de alta volatilidad ni para la penetración masiva de las energías renovables ni recursos como el almacenamiento o la gestión de la demanda.

El sistema actual se diseñó hace más de 20 años cuando el mix energético estaba compuesto en su totalidad por tecnologías convencionales de altos costes variables. La contribución de las energías renovables actualmente está casi al 50% y la previsión del PNIEC en 2030 que se alcance un 74%.

La volatilidad de los mercados, la guerra de Ucrania y la necesidad de acelerar la transición energética ha puesto sobre la mesa la necesidad de una reforma del mercado.

La reforma pretende reducir de forma gradual la volatilidad del precio eléctrico. A medida que se fuese incrementando el volumen de energía contratada con el nuevo sistema, la volatilidad de los precios se reduciría.

Actualmente el funcionamiento del mercado se basa en una fijación de precios marginalista en que la última tecnología es aquella que determina el valor del precio de la electricidad en cada hora; con ello, las situaciones de alta volatilidad del precio del gas acaba afectando directamente al mercado eléctrico.

Las patronales energéticas rechazan la propuesta

La reacción de las patronales de energía (Aelec, Appa, AEE , Aedive, afbel, aprie, aepibel, Elecpor) ante la propuesta del gobierno no se ha hecho esperar. En un documento consensuado por todas ellas, se rechaza la gestión centralizada que plantea el Gobierno español, estableciendo precios preasignados para nucleares o hidráulicas, o concursos dirigidos por el regulador para establecer contratos de suministro a largo plazo por diferencias (Contract for Diferences, o CfDs,).

En el documento de las asociaciones se critica que un “modelo de mercado eléctrico basado en compras centralizadas de la mayor parte de la energía inframarginal (renovables, nuclear e hidráulica) con contratos de energía a precio fijo podría afectar al mercado y a la comercialización, fragmentando el mercado interior y desincentivando el desarrollo de la flexibilidad del sistema”.

 

Las asociaciones piden que la reforma del mercado eléctrico “debe preservar las seguridades jurídicas para inversores consumidores sin permitir cambios retroactivos que alteren los flujos económicos ya acordados o el marco jurídico existente, para preservar un clima de confianza en los mercados financieros”.

 

Conclusiones

El diseño actual del mercado no es el adecuado para afrontar los retos de la descarbonización ni la creciente volatilidad de los mercados de materias primas.

La propuesta presentada por España se basa en un mercado de corto plazo (diario e intradiario) muy líquido y transparente combinado con un mercado a plazo de energía y servicios de capacidad y flexibilidad adaptados a las necesidades particulares de cada mercado nacional. La implantación de la reforma del mercado energético lleva asociada la necesidad de modernizar la directiva del mercado interior entre otras normativas europeas.

En los próximos meses veremos cómo se concretan las reformas planteadas por parte de la Unión Europea y el encaje de la propuesta presentada por España.

 

 

Laura Garcia Garcia

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