El Informe Draghi propone una nueva estrategia para que la Unión Europea (UE) recupere su competitividad global en medio de la transición energética. El informe presenta 140 medidas, 21 de ellas centradas en la gestión energética de la industria, con el objetivo de reconciliar las políticas industrial y energética.
Este informe llega en un momento en el que la brecha de crecimiento entre la UE, China y EE.UU. está en aumento. Europa se enfrenta a la disyuntiva de invertir más en su industria o tener que escoger entre objetivos climáticos y competitividad.
Puntos Claves:
1- Reconciliación entre política industrial y energética: La descarbonización debe verse como una oportunidad para blindar la competitividad, pero sin depender excesivamente de China. La industria europea necesita una política energética sólida que abarate los costos de la energía, pero sin comprometer los objetivos ecológicos.
2- Transformaciones clave: Para que Europa sea competitiva, el informe propone tres cambios:
- Acelerar la innovación en tecnologías limpias.
- Abaratar el costo de la energía.
- Reducir la dependencia estratégica de otros países.
3- Problemas identificados: El informe señala que la fragmentación del mercado único europeo, la falta de políticas conjuntas y la carga regulatoria dificultan el crecimiento de la competitividad.
Acciones Propuestas:
- El informe incluye 21 medidas específicas para la industria energética, como:
- Facilitar el acceso a energía competitiva dentro de la UE.
- Impulsar el autoconsumo en la industria electrointensiva.
- Fomentar PPA (acuerdos de compra de energía) para garantizar el suministro energético a largo plazo.
Conclusiones:
El Informe Draghi alerta de que si Europa no coordina sus políticas energéticas e industriales, corre el riesgo de que la descarbonización se vuelva un obstáculo para el crecimiento y la competitividad. Actualmente, las empresas europeas enfrentan costes de energía mucho más altos que en en otras potencias, como Estados Unidos, lo que frena su crecimiento.
La integración energética y la inversión pública en infraestructura serán esenciales para acelerar la adopción de energías renovables, reducir los costes energéticos y mantener la competitividad europea.
En resumen, el Informe Draghi subraya la urgencia de una política coherente y coordinada para que la transición ecológica y la competitividad de Europa se refuercen mutuamente.